BLOG

La mayoría de nosotros queremos lucir lo mejor posible, con el mínimo esfuerzo y al menor costo posible. Este es un deseo muy humano y comprensible. Por ello, los procedimientos estéticos que se anuncian como “no quirúrgicos”, “indoloros” y “fáciles” llaman la atención, ofrecen esperanza y nos atraen.
Además, en esta era en la que vivimos en estrecho contacto con la tecnología, vemos rápidos desarrollos en todo, desde teléfonos hasta automóviles, y esperamos un progreso similar en todas las áreas de la medicina. Desafortunadamente, esta expectativa no refleja completamente la realidad, especialmente cuando se trata de cirugía plástica.
Puedo decir esto con total honestidad: si pudiéramos retroceder 20 años, veríamos que no hay mucha diferencia, técnicamente hablando, entre la cirugía plástica realizada con los dispositivos médicos de esa época y los mismos procedimientos realizados hoy. Los avances en la cirugía plástica son impulsados más por la experiencia, una mejor comprensión de las expectativas de los pacientes y una perspectiva más estética. La tecnología, por supuesto, es útil, pero no es el factor decisivo.
Esto es particularmente importante al considerar los liftings faciales no quirúrgicos. Este término, que escuchamos con frecuencia hoy en día, es en realidad una afirmación bastante audaz. Un verdadero lifting facial implica la eliminación quirúrgica de tejido facial y el reposicionamiento de las estructuras caídas. En otras palabras, es un procedimiento quirúrgico.
Los métodos no quirúrgicos pueden refrescar el rostro hasta cierto punto, revitalizar la piel y lograr ligeras mejoras. Sin embargo, no es ni médica ni éticamente correcto ver o presentar estos procedimientos como alternativas a la cirugía de lifting facial real. Cuando las expectativas se establecen en esta dirección, la decepción es a menudo inevitable.
Como médico, mi responsabilidad es brindarle información médica precisa y sugerir soluciones que lo satisfagan a largo plazo. La cirugía no es necesaria para todos; sin embargo, si se requiere cirugía, no puede ser reemplazada por nada más. Cuando se realiza el procedimiento correcto en el grupo de pacientes apropiado, los resultados son verdaderamente satisfactorios.